
Los básicos de la pastelería son fundamentales en este universo, ya que siempre están presentes desde el primer momento.
Hoy, hablaremos de estos básicos entre los ingredientes, las técnicas fundamentales y las recetas clásicas y el equilibrio en los sabores y las texturas.
¡Sigue leyendo!
Tabla de contenidos
Ingredientes básicos
Uno de los primeros pasos para adentrarse en la pastelería es conocer los ingredientes que forman la base de casi todas las recetas.
Harina
La harina es, sin duda, uno de los ingredientes más importantes.
Es esencial en la mayoría de las recetas de pastelería porque forma la estructura del producto final.
Existen diferentes tipos de harina, como la de trigo y la de repostería, que aportan distintas características a la masa dependiendo de su contenido de gluten.
Azúcar
El azúcar aporta dulzura y ayuda a dar textura y color a las masas.
En la pastelería, se utilizan diferentes tipos de azúcar, como el azúcar blanco, moreno o glas, dependiendo de la receta.
Además, juega un papel clave en la caramelización y en la conservación de la humedad en productos como galletas y pasteles.
Mantequilla o margarina
La mantequilla es un ingrediente clave en la pastelería, ya que aporta sabor, textura y humedad, tiene la función es suavizar las masas y darles una consistencia tierna.
La margarina puede ser utilizada como alternativa, pero su sabor y propiedades varían. Es importante elegir el tipo adecuado según la receta.
Huevos
Los huevos son esenciales porque actúan como ligantes que unen los ingredientes, aportan estructura a la masa y ayudan en el proceso de leudado.
También contribuyen a la humedad y enriquecen el sabor de las preparaciones.
Levadura o polvo de hornear
Ambos son agentes leudantes que hacen que la masa suba durante la cocción, creando una textura aireada y ligera.
La levadura es ideal para panes y masas fermentadas, mientras que el polvo de hornear se utiliza principalmente en bizcochos y galletas.
Líquidos
Los líquidos, como la leche, el agua o incluso los jugos ayudan a formar la masa y activan los ingredientes secos.
Asimismo, dan consistencia, los líquidos disuelven los azúcares y la sal e influyen en el sabor final.
Sal
Aunque no es un ingrediente que se note mucho, la sal equilibra los sabores y mejora la intensidad de otros ingredientes.
Se emplea en pequeñas cantidades, pero su presencia es indispensable para dar cuerpo a la receta.
Técnicas fundamentales
Las técnicas de pastelería juegan un papel igualmente crucial para lograr resultados.
Mezcla y batido
El proceso de mezcla y batido varía según la receta, debes entender la importancia de mezclar correctamente los ingredientes para lograr la textura deseada.
Algunas masas requieren que se bata aire en la mezcla para lograr una textura esponjosa, mientras que otras necesitan un batido suave para evitar que se pierda la estructura.
Manejo de masas
Sabes cuándo amasar o no amasar, cómo manejar masas quebradas o hojaldradas y controlar la temperatura durante el proceso es super básico en este mundo.
Horneado
Con el horneado puedes conseguir un buen acabado, sin que se queme o quede crudo en el centro.
La práctica de conocer tu horno permitirá obtener resultados consistentes.
Decoración
Una vez que la base está lista, la decoración es lo que transforma un simple pastel en una obra de arte.
Pasando por el glaseados y llegando a las coberturas, ganache y cremas, hay muchas maneras de adornar tus creaciones y hacerlas más atractivas.
Recetas clásicas
Bizcochos, merengues, hojaldres y masas quebradas son la base sobre la que se construyen muchas otras recetas.
A medida que perfecciones tus habilidades, podrás probar recetas más complejas, pero comenzar con estas clásicas es una excelente forma de establecer una buena base.
Aprender a hacer rellenos como cremas, mermeladas, y ganache, así como coberturas como glaseados o coberturas de chocolate, te permitirá experimentar y crear combinaciones deliciosas.
Equilibrio de sabores y texturas
Saber combinar ingredientes para crear diferentes texturas (como crujiente, suave, esponjoso) y sabores (dulce, ácido, salado, amargo) es lo que distingue a un pastelero experimentado de un principiante.